Seamos indestructibles como las estaciones. Aparezcamos a iluminar con golpes de amor el escenario gris en que nos han metido. Y a cada odio respondamos con una mejilla; a cada mueca con una mirada y una caricia. Y esperemos en silencio el momento de salir y besar a todos, el tiempo en que podamos bailar en la calle bajo el sol. Sentados, con la piernas cruzadas, mirándonos, dejando en libertad lo que tenemos y lo que nos pasa, guardando la luz de la primavera en las manos y en los ojos, hilamos la hora de regalar a nuestros hermanos la fe en lo que soy, es él, sos vos.

No hay comentarios: